El consumo máximo de oxígeno (VO2max) es la cantidad de oxígeno que un deportista es capaz de consumir en la unidad de tiempo cuando está realizando ejercicio físico. Es un parámetro muy utilizado y medido en los deportes de resistencia, ya que se puede calcular directamente en un test de esfuerzo realizado en un laboratorio. El entrenamiento y la genética determinan el VO2max que un deportista puede llegar a alcanzar en un deporte determinado, llegándose a valores por encima de 80 ml/kgr/min en determinados corredores de élite (que sería consumir en los músculos involucrados en el deporte practicado una cantidad de 80 mililitros de oxígeno por cada kilo del deportista en un minuto de actividad). Una persona sedentaria puede tener un VO2max de 50 ml/kgr/min o menos. Es deducible que, a mayor capacidad de consumir oxígeno mientras se hace una actividad física, mayor rendimiento se obtendrá en dicha actividad.
Este índice es muy común en el mundo del entrenamiento deportivo de deportes de resistencia, pero no el único ni el más importante. El concepto de umbral anaeróbico (UAn) es también fundamental para desarrollar un buen proceso de entrenamiento. El ácido láctico se acumula en la sangre a medida que hacemos un ejercicio cada vez más intenso. Cuando esa acumulación sobrepasa un límite o umbral (normalmente establecido en 4 milimoles por litro) se acumula exponencialmente y hace que el deportista tenga que bajar la intensidad o parar.
Con estos dos conceptos podemos ver que si tenemos un VO2max elevado y el UAn se tiene lo más cerca posible del 100% de ese VO2max, estaremos ante un deportista entrenado y capaz de sacar el máximo rendimiento en el deporte de resistencia que practique. Los entrenadores intentarán conseguir ese objetivo a lo largo de la temporada a corto plazo, y de la vida deportiva del corredor a la larga.
La orientación es un deporte de resistencia que requiere una condición física muy elevada para el alto rendimiento, por lo que conocer y valorar los dos parámetros explicados es un aspecto muy importante. La evolución del alto rendimiento en España ha ido a más en los últimos años y lo hemos visto en los resultados internacionales de nuestros corredores, pero hemos creido interesante comparar esta evolución dentro del aspecto físico en un margen aproximado de 10 años.
Ana Pablos defendió su tesis doctoral "Valoración de las capacidades físicas y cognitivas en corredores de orientación de la categoría hombres-élite" en el año 2004, donde entre otras muchas cosas valoró y midió el VO2max de los corredores de élite del momento y lo comparó con los corredores de élite internacional.
La media de los corredores de élite nacional fue de 61´06 ± 3´80 ml/kgr/min, mientras que la de los corredores de élite internacional fue de 71´35 ml/kgr/min.
En el año 2013 los doctores Lucía Sainz y Manuel Rabadán en el CARD de Madrid, en base a los datos de la prueba de esfuerzo realizada habitualmente por los mejores corredores españoles, publicaron un artículo en el que se midió y valoró el VO2max entre otros parámetros. La media de dicha medición fue de 70´2 ± 5´8 ml/kgr/min. En cuanto al porcentaje del UAn pasó del 84´5 (86´8 en orientadores internacionales) del año 2004 al 87´1 del año 2013, por lo que también hay una mejora. Hay que comentar que la muestra internacional es más difícil de considerar debido a la amplitud del rango de la muestra y que la mejora que hayan podido experimentar en esos 10 años no será tan significativa como la de los corredores españoles.
En base a los datos expuestos y comparándolos entre sí, podríamos deducir que al menos la mejora de la condición física de los corredores de élite españoles ha contribuido a la mejora de los resultados internacionales. Por supuesto éste no es ún único factor, pero sí uno imprescindible.
Ponemos el enlace a los dos documentos consultados: